Ávila: “El Guante de Oro siempre fue un gran objetivo en mi carrera”.

Bitacora CDMX

REDACCIÓN

A pesar de las exhibiciones de calidad diarias que Emmanuel Ávila había ofrecido en México en los más de 7.500 innings jugados en la antesala entre la Liga Mexicana de Beisbol profesional y la Liga Mexicana del Pacífico, el “Iron Man” de Diablos Rojos jamás había sido reconocido como el mejor antesalista de alguna de esas ligas en una temporada específica.

Esto era verdad, hasta 2021.

Luego de la campaña 2020-2021 con los Algodoneros de Guasave en la que cometió solo 5 errores en 472.2 innings, Ávila finalmente mereció, a los 32 años de edad, su primer Guante de Oro como antesalista profesional.

“Esto para mí siempre fue un gran objetivo en mi carrera y finalmente lo logré. Por eso significa tanto y por eso estoy tan orgulloso. Porque es el resultado de todo el trabajo que le he puesto a esto”, dijo Ávila emocionado.

Ávila terminó siendo líder (mínimo 370 innings) en porcentaje de fildeo entre antesalistas de la LMP con .964 y también lideró a sus homólogos en asistencias con 104. Este promedio es ligeramente superior al que exhibe de por vida en ese circuito (.950) y supera al que muestra en su carrera la Liga Mexicana de Beisbol (.960). La mejora, aunque pequeña, probablemente fue un factor que inclinó la balanza a su favor en esta oportunidad. Y según él, esa mejora vino de la mano de un esfuerzo extra realizado en la pretemporada con Guasave.

“Llegué más temprano de lo normal. Estuve como dos semanas antes trabajando específicamente en ángulos de lanzamiento que me ayudaron a ser más seguro. Además, yo siempre he sido muy agresivo en el terreno, pero en estos últimos tiempos he logrado, con la ayuda de mi psicóloga, ser más calmado y pensar más en lo que hago. Creo que eso me ha ayudado mucho”, afirmó.

Calmado, aliviado y sobre todo en paz por haber conquistado finalmente una cumbre que se le había negado, Ávila aprovechó la oportunidad para dedicarle el premio a sus padres, Martha Gámez y Abelardo Ávila, quienes, según él, desde el cielo hicieron todo esto posible. Además, le dedicó unas palabras de infinito aprecio a su hermano, Roberto Ávila, quien él identifica como su primer gran mentor.

“Él fue como mi segundo padre. Siempre me entrenó desde chico y me enseñó como jugar. Después vinieron ‘El Borrego” Sandoval, Ramón Arano y Carlos “Pochas” Orrantia. Ellos fueron mis grandes maestros de la defensa”, contó el antesalista.

Pero este capítulo dorado en el currículo de Ávila no debe interpretarse como el pináculo de su carrera como jugador. Con 32 años, Ávila luce tan o más ágil que cuando debutó gracias, según él, a un entrenamiento diario que incluye pesas en la mañana, beisbol en las tardes y sesiones de ejercicio constantes con su trainer, Juan Pineda. Por todo ello, el “Iron Man” escarlata confiesa estar listo para asumir una nueva misión de 2021.

“Extraño la música, el estadio, los colores de mis Diablos. Pero ya estamos cerca de volver y yo estoy ansioso y emocionado por regresar y buscar la corona de campeón”, finalizó.

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